El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, quien sigue de cerca el caso de los franceses Jérémy Bellanger y Fanny Blancho, desaparecidos en Guayaramerín hace poco menos de dos meses, anunció el miércoles que ha instruido la intensificación de las investigaciones.
Jérémie Bellanger y Fanny Blancho, los franceses desaparecidos.| Foto archivo
De acuerdo con informes de la embajada de Francia en Bolivia, dos expertos galos en lucha contra el crimen llegarán al país para coadyuvar con la Policía las investigaciones.
Con el fin de coordinar las acciones, el ministro Llorenti se reunirá con el embajador de Francia en La Paz, Antoine Grassin, según se ha confirmado.
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"Solicitaré una reunión con el embajador de Francia en Bolivia para tenerlo al tanto de los avances de la investigación", dijo.
Garantizó que el Ministerio de Gobierno, la Policía y el Ministerio Público trabajan con intensidad para establecer el paradero de los dos turistas franceses que fueron vistos por última vez en Guayaramerín entre el 28 y 29 de agosto.
El Ministro espera que con la detención del único sospechoso, Jaime Martínez Jiménez, se pueda tener mayores luces sobre el paradero de los dos franceses que estaban de paso por Bolivia.
Según la Policía, Martínez, propietario de una discoteca y de una hacienda donde se produce leche, habría sido detenido el pasado sábado en las inmediaciones de la frontera con Brasil. Otros informes señalan que se entregó ante la justicia al conocer que existía una orden de aprehensión en su contra dirigida a la Policía Internacional (INTERPOL).
La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) publicó en los medios de comunicación el retrato del sospechoso, quien es oriundo del departamento del Beni.
La hipótesis que maneja la Policía es que una vez que Jéremy descubrió que su pareja habría sido abusada, fue asesinado por Martínez.
En la lechería, la Policía recolectó algunas evidencias, como restos de cabello de la turista francesa en la cerca de alambre de púas. Las pruebas fueron verificadas por exámenes de ADN.
De acuerdo al reporte policial, los dos extranjeros estaban de paso por Bolivia desde el 15 de agosto, junto a un niño de tres años, hijo de la mujer, quien fue entregado a su padre biológico.