La vida tiene sus vueltas y nadie puede prever que nos depara el futuro y en qué circunstancias nos volveremos a encontrar con quienes en una época fueron amigos y correligionarios políticos. De eso pueden atestiguar el ex alcalde potosino ahora condenado a tres años de prisión, René Joaquino y el actual viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro.
Cesar Navarro (foto Abi)
Resulta que, potosinos ambos, fueron en sus años mozos militantes en la Juventud Comunista donde se conocieron y muchos aseguran que se llevaban muy bien pese a que Joaquino era de una extracción social mucho más humilde y siendo casi niño tuvo que comenzar a ganarse la vida y trabajando como albañil se pagó sus estudios universitarios, lo que no ocurríó con Navarro, para quien su militancia política se le hacía bastante fácil y desahogada.
Luego que el Partido Comunista se redujo a su mínima expresión tras la caída del Muro de Berlín cada uno tomó su propio camino. Joaquino creó su propio movimiento político en tanto que Navarro se arrimó al carro del MAS aunque eso ocurrió cuando este partido ya tenia un protagonismo muy importante en la política boliviana.
Se hicieron conocer, Joaquino como el alcalde potosino más popular de la historia y Navarro como diputado.
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Joaquino, el popular, el 30 de mayo 2010 salía en hombros de la Corte Superior de Justicia al jurar por tercera vez consecutiva como alcalde potosino. Foto AFKA
En esas circunstancias se vieron confrontados como candidatos a la alcaldía potosina. Joaquino tuvo una amplia victoria y Navarro tuvo que retornar a La Paz después de comprobar que en su ciudad natal no lo querían. Si antes ya le había agarrado ojeriza a su coterráneo por su condición de opositor ahora sencillamente comenzó a odiarlo ya que lo hizo quedar mal ante Evo Morales quien lo había considerado un candidato imbatible.
Por eso tomó un interés muy personal en el juicio contra Joaquino y se sabe que se encargó de coordinar las acciones dirigidas, no a encarcelarlo porque la injerencia hubiera resultado muy evidente y la reacción de los potosinos imprevisible, sino a inhabilitarlo políticamente. De lo que se trata es de quitarse del paso a todo potencial opositor y futuro candidato a cualquier cargo electivo, sin reparar en los métodos. Joaquino no es el primero y tampoco será el último. Mientras tanto comentan que Navarro consideró la condena como una victoria personal que lo reivindicaba de la derrota sufrida en las urnas.
Eso nos pasa por glotones
Resulta que la escasez de alimentos es atribuible únicamente a los bolivianos que se les ha dado por comer sin medida provocando un natural desabastecimiento. Siempre nos dijeron que la gula es un pecado capital y la glotonería no ayuda a conservar la línea pero los bolivianos, siempre intransigentes, no hicimos caso y ahora debemos sufrir las terribles consecuencias.
Remy González es director del Programa de Ayuda a la Seguridad Alimentaria, una de las tantas organizaciones gubernamentales que nadie sabe qué hacen o para qué sirven, dijo que la escasez de alimentos que se confronta en el último tiempo, se debe a que los bolivianos comemos más. Lo que no explicó es como hacemos para solventar esa repentina pasión sibarítica. Debe ser cosa de magia aunque la verdad es que preferimos quedarnos con explicaciones más trilladas aunque igualmente poco convincentes como atribuir la escasez al contrabando o al cambio climático.