Para proteger a la economía boliviana y no subvencionar a los contrabandistas ni a quienes tienen muchos carros de lujo, el gobierno de Bolivia dispuso aumento de entre 57 y 82 por ciento de los precios de la gasolina y el diesel, que estaban congelados desde hace siete años, explicó el vicepresidente Álvaro García Linera.
Fuente: Telesur.
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