Sin educación no hay cambios

Roberto Ortiz Ortiz*

RORTIZ Nos encontramos en vísperas de las elecciones, en resumidas palabras y democráticamente hablando, nos encontramos en vísperas del día en que los bolivianos –mediante nuestro voto- podemos realizar un cambio en el país. Es casi indiscutible que los bolivianos deseamos lo mejor para nuestro país, sin embargo, dentro de la subjetividad en cuestión, ¿qué podría ser lo mejor para Bolivia?

Los opositores al oficialismo vienen discutiendo y armando inocentemente sus listas para entrar al juego político hace ya más de seis meses, mientras el partido de gobierno viene jugando impune y sin contrincante alguno desde hace más de cuatro años, comprendiendo muy bien que este juego político se trata de educar e ideologizar a los votantes.



Por lo tanto, si el voto depende de lo que los bolivianos creemos que es mejor y lo que los bolivianos creemos que es mejor, está ligado directamente a nuestra educación política. ¿Qué podemos esperar de las elecciones de octubre?

Dado a que ningún partido de oposición se preocupó por educar con principios a los ciudadanos (los votantes), estos se encuentran –adoctrinados por el oficialismo- a la simple espera de propuestas a corto plazo, como ser bonos, subsidios e infraestructura, dejando de lado el interés por planes eficientes de gobierno a largo plazo. Ergo, este octubre próximo, la historia se volverá a repetir, dejando en gobierno un poderoso partido socialista y dejándonos a nosotros, otra vez la oportunidad de educar en vez de negociar puestos políticos que nunca existirán.

Es una pena que los opositores hayan olvidado que la agenda política la manejan los ciudadanos y que sin instituciones que promuevan la democracia y la libertad, nos aguarda una larga odisea bajo el manto del repugnante sistema socialista. Para terminar vale la pena recalcar -para aclarar posibles dudas- que las campañas dos meses antes de la elección, la propaganda, el discurso abierto y la entrega de camisetas, gorras y demás artefactos con las siglas del partido, no son sinónimos de educación, sino desesperados intentos de conseguir simpatizantes.

*Estudiante de ingeniería comercial