Los expedientes jurídicos se convierten en un problema. Las gradas, los pasillos y otros rincones fueron habilitados para guardarlos. Hay 600.00 expedientes en el archivo
El papel es un problema en el Palacio de Justicia de Santa Cruz. Lo es tanto que ya no saben qué hacer con él y lo acumulan en estantes que llegan hasta el techo, en el piso o en rincones ubicados detrás de las puertas. Se trata de documentos jurídicos, de actas y de procesos que se ventilaron o que duermen plácidamente ante la mora procesal.
“No tenemos dónde ponerlos. El encargado de archivo nos dice que ya no recibe más nada porque no tiene dónde guardar los papeles. ¿Qué hacemos con ellos?”, se cuestiona Mirael Salguero, presidente del Tribunal de Justicia de Santa Cruz, y otros juristas que trabajan en el Palacio se hacen la misma interrogante y proponen digitalizar los expedientes como una solución.
Mientras tanto, los papeles, que son parte vital de los procesos judiciales, también son una piedra en el zapato y los funcionarios públicos se dan modos para guardarlos.
Una solución parcial, el plan de descongestionamiento de archivos que se viene realizando desde el Palacio de Justicia hasta el Archivo Jurídico que se encuentra en la calle Moldes, frente al Palacio Florida.
El Archivo Jurídico es un lugar donde literalmente el papel ha tomado las habitaciones, las gradas, la oficina del administrador Aquino Gutiérrez y los pasillos. “Hasta ahora han llegado desde el Palacio por lo menos 300.000 expedientes desde el 2013, los que se suma a los otros 300.000 que existían ya”, explica Gutiérrez, que detalla que esos 600.000 documentos, si se toma en cuenta que cada expediente tiene un promedio de 100 hojas, suman por lo menos 60 millones hojas.
La historia no termina, porque cada día llegan unos l00 paquetes con documentos, o el equivalente a 200.000 hojas. Y eso hace que el administrador se rompa la cabeza pensando en qué hueco va a colocar lo que recién ha llegado.
Gutiérrez tiene una tarea ardua, porque debe recibir la papelería, codificarla, archivarla y buscar espacios en las dos plantas y en el mezzanine del edificio. Pero esos lugares están copados. Este hombre recorre esos escenarios y agradece, en broma, no estar con sobrepeso, porque le sería difícil caminar por esos lugares estrechos donde los muebles de fierro están repletos de documentos que datan de hace décadas o pocos años.
Una solución está por darse, explica. “Van a construir nuevas habitaciones en la parte trasera del edificio. Será de mucha utilidad porque sabemos que seguirán llegando paquetes de documentos desde el Palacio de Justicia”, dice Gutiérrez y se le dibuja una sonrisa de luna en la cara
Fuente: eldeber.com.bo