5 señales de que estás al borde del agotamiento crónico

El cuerpo suele enviar señales tempranas de casi cualquier cosa que esté pasando en nuestro interior. El problema muchas veces es que las ignoramos o no nos damos cuenta… hasta que es demasiado tarde.

Por eso tienes que prestar atención a estas señales de que estás al borde del agotamiento crónico.

#1 Tienes un corte menor que no se cura

Un día miras tus manos y ves una herida que no recuerdas qué la ocasionó. ¡Atenta! Es una señal de agotamiento crónico.



Un artículo publicado en el sitio web de National Center for Biotechnology Information indica que el estrés psicológico puede afectar la capacidad del cuerpo para curarse a sí mismo. En el mismo se aclara que diversos estudios y pruebas realizadas en personas revelaron que quienes tenían niveles más elevados de estréstomaron más tiempo en sanar las heridas de la piel, procedimientos quirúrgicos menores e incluso ampollas.

#2 Tienes sueños vívidos y extravagantes aun cuando duermes una siesta rápida

Dormir la siesta está muy bien. El problema aquí es lo que sucede mientras duermes. Por lo general toma alrededor de 90 minutos entrar en el sueño REM y empezar a soñar, dice Christopher Winter, MD, director médico del Martha Jefferson Hospital Sleep Medicine Center en Charlottesville, Virginia. La longitud máxima de la siesta debe ser de alrededor de 30 minutos, porque una vez que has llegado al REM, la siesta se convierte en contraproducente (te despertarás aturdida en lugar de refrescada) dice Winter.Así que si comienzas a soñar tan pronto como cierras los ojos, significa que a tu cerebro le falta sueño, y está corriendo para entrar en la fase REM.

#3 Temes sufrir síntomas de demencia… con 33 años

«A menudo vemos a pacientes saludables pero que están muy fatigado y que nos dicen que están empezando a olvidar las cosas que deben recordar», dice Anne Marie Albano, PhD, directora de la Columbia University Clinic for Anxiety and Related Disorders. «Yo les explico la teoría del estante de la memoria: solo puedes colocar cierta cantidad de cosas en una estantería, y cuando estás agotado, la estantería no está guardando los recuerdos como debería».

Estás tan concentrada en los desafíos mentales a la mano, que todo lo demás es subconscientemente considerado irrelevante.

 

#4 Hacer ejercicio te agota

Si estás realmente agotada cuando empiezas a hacer ejercicio, tu cuerpo reacciona de manera diferente que si no está en un estado tal, explica Sarah L. Berga, MD, profesor de obstetricia y ginecología de la Wake Forest University School of Medicine en Winston, Salem, Carolina del Norte.

Berga y sus colegas han observado que el ejercicio de intensidad moderada puede causar que los niveles de cortisol se disparen aún más en las mujeres que ya están tan estresadas. Y al mismo tiempo, los niveles de glucosa de las mujeres «hiperestresadas» cae, lo que significa que tienen menos energía disponible para alimentar su esfuerzo.

Berga sugiere tomar un descanso de los entrenamientos duros y tomar clases de Pilates en su lugar.

#5 Puedes tomar un café justo antes de acostarte y aun así dormirte

Algunas de nosotras somos más sensibles a la cafeína que otras, pero nadie es completamente inmune a los efectos del estimulante, dice el psicólogo clínico Michael Breus, PhD.

Las máquinas de EEG que muestran aumento de la actividad cerebral post-café no mienten, pero algunas personas juran que la cafeína no las afecta. Lo que probablemente suceda a estas personas, dice Breus, es que están tan agotados que sus niveles de neurotransmisores tranquilizantes son muy altos. Estos neurotransmisores ayudan a anular los efectos de la cafeína. En otras palabras, no eres sobrehumana; sólo estás súper cansada.

Fuente: www.imujer.com