La jornada de hoy estuvo jalonada por la detención de críticos del régimen evista: el periodista chaqueño Esteban Farfán Romero y el disidente indígena Adolfo Chávez.En ambos casos, el mandamiento de apremio fue emitido por un Órgano Judicial extraordinariamente dócil hacia las instructivas que emanan del Palacio Quemado, hecho constatado incluso por el Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que habla en sus informes de una crisis en la administración boliviana de justicia y de la influencia del poder político sobre la misma.Farfán Romero fue puesto tras las rejas en una probable violación de la Ley de Imprenta, que otorga un fuero especial a los periodistas para que puedan realizar su labor de fiscalización.Un ex candidato del MAS, molesto por las denuncias de corrupción en su contra efectuadas por el destacado analista político, procedió a acallarlo con un simple proceso por difamación.Por su parte, el crimen de Chávez es el de haberse desmarcado del partido de gobierno, con el que estuvo alineado en un inicio pero con el cual rompió amarras a partir del atropello gubernamental en el TIPNIS.Manchado por la hiper-corrupción en el Fondo Indígena, el régimen evista busca chivos expiatorios y qué mejor que un ex oficialista devenido en opositor para cargarle tintas punitivas…[email protected]