Francotiradores matan a 5 policías en Dallas en una protesta contra los abusos de los agentes

Dos hombres disparan durante una manifestación por la muerte de dos negros en 48 horas. Uno de los sospechosos de los disparos, que se había atrincherado en un edificio, murió al término de un tenso asedio policial.

@theyCallMeWreck

Nueva York  / elpais.com
Cinco policías han fallecido y otros seis han resultado heridos este jueves por la noche por disparos de francotiradores durante una manifestación contra la violencia policial en Dallas (Texas). La rabia por la cuestión racial ha vuelto a estallar tras la muerte de dos hombres negros a manos de la policía en el transcurso de 48 horas, en dos actuaciones de extrema violencia grabadas en vídeo, que se han viralizado y desatado la indignación. 



Los policías han sido abatidos por dos francotiradores que les dispararon desde una posición elevada y están en busca y captura por la policía, que ha pedido la colaboración vecinal. Las fuerzas de seguridad han detenido a tres personas.Un sospechoso se ha atrincherado en un aparcamiento del instituto de Formación Profesional, llamado El Centro College, próximo al lugar de los disparos. Según informan varios medios estadounidenses, este está muerto, aunque no ha aclarado si ha sido abatido o se ha suicidado. El hombre había amenazado con matar a más oficiales y detonar bombas, según ha asegurado el jefe de policía de Dallas, Mike Brown.

Francotiradores matan a cinco policías en Dallas en una protesta contra los abusos de los agentes

«Le ha dicho a nuestros negociadores que el final se acerca, que él se va a hacer daño y va a matar a más de nosotros. Además, ha añadido que hay bombas por el garaje y en el centro», ha afirmado Brown a la prensa.El presidente Barack Obama ha condenado, en una comparecencia en Varsovia, donde asiste a la cumbre de la OTAN, los hechos: «Este ha sido un ataque atroz, calculado y despreciable contra agentes de seguridad». Obama ha recalcado su apoyo a quienes integran los cuerpos de polícia porque «tienen un trabajo difícil» y «la inmensa mayoría de ellos hacen un buen trabajo». El presidente ha dicho que una vez que se vayan aclarando los hechos habrá que reabrir el debate sobre el fácil acceso a armas de fuego muy potentes que «hacen más letales estos ataques».Anoche, nada más llegar a la capital polaca, Obama había declarado que «hemos visto tragedias como esta demasiadas veces”, en referencia a las muertes, grabadas con teléfonos móviles de dos negros por disparos de policías. “No es solo un problema negro. No es solo un problema hispano. Es un problema americano, y a todos debería preocuparnos”, dijo.El alcalde de Dallas, Mike Rawlings, ha declarado: «Nuestra peor pesadilla ha ocurrido» y ha añadido «es un momento descorazonador». La primera víctima identificada es el agente Brent Thompson, de 43 años, que se unió al cuerpo de policía en 2009. Los agentes han arrestado a una mujer detenida en un aparcamiento cercano a la zona del tiroteo y a otros dos individuos que circulaban por la autopista en un Mercedes.Paralelamente, la policía hizo circular por Twitter la foto de un sospechoso, identificado como Mark Hughes, que se entregó «nada más» ver su imagen en las redes sociales. Este, que en la fotografía vestía de camuflaje y llevaba un fusil de asalto al hombro, ya ha sido puesto en libertad. «Nada más ver mi foto, hice que se detuviera un coche de Policía», ha explicado Hughes ante las cámaras de la CBS. «Mi hermano podría haber muerto porque alguien cometió la irresponsabilidad de colgar su imagen en Twitter», ha declarado su hermano pequeño, Corey Hughes, ante la misma cadena. «No hemos hecho más que cooperar con la Policía», ha asegurado.Las protestas y manifestaciones se han ido sucediendo a lo largo del día en distintas ciudades de forma espontánea tras la muerte de los afroamericanos Philando Castile, en Minnesota, y Alton Sterling, en Luisiana. El tiroteo en la que ha derivado la concentración de Dallas hace temer nuevos disturbios como los que se generaron en Ferguson (Misuri), hace dos años, cuando Michael Brown, un chico de 18 años que iba desarmado, perdió la vida por los disparos de un policía blanco.

Este tipo de casos muestra las heridas raciales de Estados Unidos, sus problemas aún por resolver. El propio gobernador de Minnesota, Mark Dayton, admitió ante la prensa por la tarde que veía un sesgo racista en el caso y que sentía que «hubiese acabo de un modo distinto si hubiesen sido blancos».Este miércoles, Castile, de 32 años, murió abatido por un agente de policía que lo había detenido porque su vehículo tenía un faro trasero roto. En el vídeo, que su novia transmitió en directo, se le ve agonizar mientras el policía sigue apuntando su pistola y la mujer relata su versión de los hechos. El día antes, Alton Sterling, se fue de este mundo en Baton Rouge, Luisiana, disparado por dos agentes que le dispararon cuando ya había sido reducido.

Francotiradores matan a cinco policías en Dallas en manifestación antirracista

Uno de los sospechosos de los disparos, que se había atrincherado en un edificio, murió al término de un tenso asedio policial.

Un oficial de la Policía de Dallas en el lugar donde sus camaradas fueron asesinados.

Un oficial de la Policía de Dallas en el lugar donde sus camaradas fueron asesinados. Foto: AFP

La Razón Digital / AFP / DALLAS (EEUU)  

Unos francotiradores mataron la noche de este jueves a cinco policías durante una manifestación antirracista en Dallas (Texas), en una acción aparentemente coordinada.

«Había negros, blancos, latinos, de todo. Era la protesta de una comunidad mixta. Y de pronto (los disparos) salieron de la nada. Teníamos la impresión de que nos disparaban a nosotros. Era el caos total, una cosa de locos», contó un testigo.

Uno de los sospechosos de los disparos, que se había atrincherado en un edificio, murió al término de un tenso asedio policial.

Previamente había afirmado que había bombas por todo el centro de Dallas, por lo que la policía desplegó a los artificieros por la zona, en la que el tráfico estaba cortado, en busca de explosivos.

Desde Varsovia, adonde viajó para asistir a una cumbre de la OTAN, el presidente Barack Obama denunció un ataque «salvaje, calculado y despreciable contra las fuerzas del orden».   La protesta de Dallas era una de las tantas manifestaciones en varias ciudades de Estados Unidos tras la muerte de dos negros a manos de policías en Luisiana y Minnesota esta semana.

Los francotiradores que abrieron fuego hacia el final de la manifestación apuntaron claramente a los policías.

El cuerpo de policía calificó el ataque, en el que también hubo seis agentes heridos, de «incidente terrorista».

Caos total    

Hacia el final de la manifestación en Dallas, dos hombres «empezaron a disparar contra los policías desde una posición elevada», declaró el jefe de la policía, David Brown.

Una mujer que estaba en la misma zona del garaje fue detenida, además de otros dos sospechosos que tenían bolsas de camuflaje en su coche.

Aunque según Brown, «por desgracia no estamos seguros de haber detenido a todos los sospechosos».

Varios testigos subieron a internet videos y audios sobre la situación, en los que se ven y escuchan las ráfagas de tiros y las sirenas policiales.

Ismael DeJesus fue uno de los testigos que filmó un video, mientras se escondió en el Crown Plaza Hotel durante el tiroteo.

Según relató a CNN, que emitió las imágenes, un hombre «junto a una columna disparaba hacia la izquierda, hacia la derecha, al otro lado de la columna, disparando contra alguien».

«Luego se dio vuelta para asegurarse que no venía nadie, pero un agente vino por el lado derecho. El policía intenta sorprenderlo pero la cosa no termina bien», agregó DeJesus. «Pareció una ejecución, honestamente. Se paró sobre él después de que ya estaba caído. Le disparó tal vez tres o cuatro veces en la espalda».

Indignación  

Las muestras de indignación habían ido en aumento a lo largo de la semana, primero tras el asesinato el martes de Alton Sterling, de 37 años, ultimado por policías en un estacionamiento de un comercio en la ciudad de Baton Rouge, Luisiana.

El jueves la indignación se trasladó a las calles de las principales ciudades estadounidenses tras la muerte de otro ciudadano negro, Philando Castile, a quien un policía le disparó dentro de su auto que había estacionado y en el que viajaba junto a su novia y la hija de ésta, de cuatro años.

Las muertes de Sterling y Castile fueron filmadas por testigos y los videos muestran que no representaban ningún riesgo evidente para los agentes que los abordaron.

El presidente Barack Obama dijo que estas muertes son síntoma «de los desafíos de nuestro sistema de justicia criminal, la disparidad racial que se muestra en nuestro sistema año tras año».

Obama abogó por una reforma de la policía y en ese sentido defendió las propuestas de reformas presentadas el año pasado por la Casa Blanca afirmando que ya es hora de aplicarlas.

Por su parte, la agencia federal de aviación (FAA) de Estados Unidos anunció la restricción del espacio aéreo sobre la ciudad de Dallas.

«Solo aviones de operaciones de ayuda bajo la dirección del Departamento de Policía de Dallas están autorizados en el espacio aéreo», agregó.

Las restricciones estarán en vigor hasta las 11.30 GMT.

Las marchas de protesta bajo el lema del movimiento «Las vidas de los negros importan» se congregaron en Los Ángeles, Chicago, Washington, Dallas, Atlanta y Nueva York.

En Washington, unos mil manifestantes se congregaron en los alrededores de la Casa Blanca y luego marcharon hacia el Capitolio, donde el veterano líder de los derechos civiles y congresista John Lewis se dirigió al público desde las escalinatas usando un megáfono.