Cuatro personas con distrés respiratorio ya reciben atención en el Hospital Óscar Urenda, mientras que el domo del Japonés amplió su capacidad, a pesar de que, según el Sedes, el Gobieno nacional no agiliza el uso de los recursos del Seguro Universal de Salud (SUS)
Fuente: El Deber
Aunque el compromiso era abrir el 4 de enero el único establecimiento de tercer nivel en provincias, el Hospital Óscar Urenda, de Montero, por fin recibió a los primeros cuatro pacientes, todos en condición grave, que ocupan cuatro de las 12 camas de cuidados intensivos (UTI), y que fueron derivados del hospital de segundo nivel Alfonso Gumucio Reyes.
Según información del personal de salud del lugar, aún no llegaron los contratos para la respectiva firma, pero existe el compromiso del Ministerio de Salud y también la necesidad de la ciudadanía, así que los pacientes Covid-19 ya están siendo atendidos.
En el domo 1 del Hospital Japonés, que tiene 30 camas con equipo UTI, que hasta ayer tenía solo nueve disponibles, todas ocupadas, se habilitaron seis camas más, de las cuales tres ya fueron ocupadas con pacientes intubados, algunos que esperaban en la Emergencia por un espacio, y una estaba esperando al cuarto enfermo grave por Covid-19.
En conferencia de prensa, Marcelo Ríos, director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Santa Cruz, reiteró la necesidad de que el Gobierno nacional inscriba los recursos remanentes del Seguro Universal de Salud (SUS) para la contratación de personal, principal problema para que no funcione la totalidad de las camas habilitadas y para que el sistema colapse.
«Necesitamos que se fortalezca el domo con cuatro o cinco equipos más y eso se hace con la contratación de personal. Hemos iniciado las acciones, pero para eso el Gobierno tiene que inscribir ese saldo (del SUS) en el presupuesto nacional y en el de los hospitales. Van dos semanas de que inició este año y el Ministerio de Economía no hace la inscripción. Estamos en emergencia, hay muchos requisitos administrativos que deben adecuarse al momento que vivimos. El Hospital Japonés grita por la necesidad de recursos humanos, compartimos la impotencia de que hay equipos esperando ser utilizados y una lista larga de pacientes aguardando una UTI», dijo Ríos.
De las 30 camas UTI del domo 1, solo 15 tienen ventilador.