CELAC y la interna peronista

La semana pasada había comenzado con la derrota histórica que sufrió el peronismo en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Asunto de interés para toda la región, dado el peso geopolítico del vecino país y al ejemplo de un rechazo al modelo estatista (“nacional-popular”) que comparten Argentina y Bolivia.

Fuente: Publico.bo (La Semana Política)



Y la semana terminó con la ausencia de Alberto Fernández en la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) realizada en México, cita que el pintoresco AMLO y Luis Arce pensaban utilizar para insistir con aquel despropósito de “una OEA sin Estados Unidos”.

¿Las razones para la ausencia del mandatario? Sucede que su pulseta con Cristina Fernández de Kirchner por las cuotas del gabinete, y sobre todo por el mando efectivo de cara a las elecciones legislativas de noviembre, trascendió del frente interno argentino al frente externo.

Así se vio en las declaraciones del dictador nicaragüense Daniel Ortega, quien se manifestó en contra de darle la presidencia pro tempore de CELAC a Alberto Fernández. Esto bien puede haber sido alentado por Cristina o sus aliados de La Habana y Caracas, y el mensaje es claro: “alineamiento obediente con el kirchnerismo y La Cámpora o aislamiento internacional”.

¿Vuelven los golpes regionales?

La maquinaria judicial boliviana, sometida al poder político como advirtió el GIEI, se enfocó en los últimos días en dos alcaldes del eje troncal que no pertenecen al partido oficialista, a pesar de que ambos intentaron mantenerse alejados de toda polarización.

Una sentencia ejecutoriada amenaza con sacar del sillón municipal a Manfred Reyes Villa en La Llajta, mientras la mira telescópica de los francotiradores judiciales pasa a apuntar al burgomaestre paceño, Iván Arias.

Cabe preguntarse si estamos volviendo a la fase de los “golpes regionales” que ya se dio durante los 14 años de Evo Morales, y que incluyó las sustituciones, por varias vías, de diversos prefectos o gobernadores de oposición.

Sanciones internacionales para perseguidores

A raíz de la persecución judicial contra ex funcionarios, dirigentes opositores y activistas, incluido el caso emblemático de la ex presidente Jeanine Añez, el congresista norteamericano Mario Díaz-Balart acaba de enviarle una carta al secretario de estado Antony Blinken, proponiendo que se apliquen sanciones similares a las de Venezuela y Nicaragua contra los perseguidores bolivianos.

Se trataría de sanciones personales, que podrían ir desde el desvisado hasta el congelamiento de activos en el sistema financiero estadounidense. Se sabe de ideas similares circulando en la Eurocámara.

El relato económico del presidente

En una edición anterior de La Semana Política remarcábamos el error presidencial de no tender puentes con el empresariado, dejando ese flanco abierto para las operaciones políticas de Evo Morales.

La asistencia de Arce a la inauguración de Expocruz pudo haber sido el momento para el acercamiento, pero el gobernante prefirió la politización y la crispación, machacando otra vez con el discurso del “golpe de estado”.

Sobre ese exabrupto ya han corrido ríos de tinta en los últimos dos días, pero conviene añadir que el relato económico planteado por Arce en ese evento fue igual de falaz que la narrativa sobre el “golpe”.

Como de costumbre, atribuyó la bonanza de años pasados a la “apropiación de excedentes” lograda con la nacionalización, obviando que las reservas gasíferas fueron encontradas gracias a las gestiones de los denostados gobiernos “neoliberales” y que la mayor parte de la renta estatal sobre el sector se dio a través de la Ley del IDH de Hormando Vaca Diez.

El resto del discurso fue autobombo sobre la inversión pública del gobierno central en el departamento de Santa Cruz, sin un claro reconocimiento del rol de la inversión privada para el crecimiento y sin una palabra que apuntase a alguna revisión de los absurdos cupos de exportación.