El 30 de octubre el Comité pro Santa Cruz, CPSC, cumplirá 73 años de vida institucional.
Quizá algunos de los que me lean ya habían nacido. Desde un inicio el Comité pro Santa Cruz ha sido el baluarte de las luchas reivindicatorias de la región. Sus precursores reunidos en la UAGRM tuvieron esa visión integradora. Las regalías del 11 por ciento a fines de los años 50 fue una de ellas. Hoy recordamos a los jóvenes mártires de esa época con la Av. Roca y Coronado.
En los 80 lideró la descentralización administrativa y logró la elección de alcaldes. En este siglo las autonomías departamentales y elección de gobernadores, por citar algunas de las muchas batallas que lidió Santa Cruz contra el andinocentrismo.
En todas las épocas el poder nacional de turno (desde militares y políticos) se valió de seguidores locales y quintacolumnistas para perforar el Comité y hasta ahora no lo logró. Precisamente por la fortaleza institucional que tiene. Los 24 grupos de instituciones, incluidos indígenas y migrantes y los comités provinciales representan el pensamiento regional. Esa absoluta mayoría ha sacado lo mejor de sí para llevar a este departamento al desarrollo y la integración que tiene. Que hay pendiente una revisión a su representación para adecuarla a los tiempos que corren, no cabe duda.
Los resultados estan a la vista y eso molesta mucho a quienes cuestionan el modelo de desarrollo cruceño. Lo tildan de racista, separatista, elitista y muchos otros istas, pero desde el centralismo y los que desde aquí pugonean no muestran nada mejor que lo que hasta ahora tenemos como modelo, representado en el Comité pro Santa Cruz.
Ahora otra vez hay elecciones. Desde hace cerca de tres décadas cada dos años hay elecciones !sin posibilidad de reelección! Ese modelo de rotación y alternancia de personas a la cabeza del ente cívico le ha dado la fortaleza y el prestigio que tiene.
Y como ha pasado en anteriores elecciones, vuelven las críticas al calor de la disputa por ingresar a presidir el gobierno moral de los cruceños. Sí, ese gobierno moral que se critica y de la noche a la mañana salen liderazgos mesiánicos que «lo van a salvar» de los grupos de poder y los «malos cruceños» y de los «vendidos» o «traidores».
Hoy ocurre lo mismo que otros años. Se cuestiona un estatuto consolidado de una institución septuagenaria y al calor de su infundia proselitista no miden palabras y no se respeta a las personas denigrándolas sin importar las consecuencias.
Hoy le tocó, entre otros, al presidente de los Comités Cívicos Provinciales, José Pepe Serrate que está de duelo. Su hermano, Chelo Serrate, falleció el viernes y ayer lo enterraron. QEPD.
Entonces no hay nada nuevo bajo el sol. Ya sabemos que los políticos desde el poder nacional, departamental y local, quieren meter sus garras en el Comité para desde allí manipular las decisiones regionales, según sus intereses y así evitar la crítica a sus mediocres gestiones.
Somos pocos y nos conocemos mucho. Ayer se pudo ver en los noticiarios a varios funcionarios públicos protestando por el informe de la Junta Electoral, que emitió su dictamen basado en el estatuto. A partir de allí, como en el fútbol, todos se vuelven expertos estatutarios y vienen las interpretaciones a favor o en contra de sus candidatos. Más de los mismo.
Sería más productivo que los críticos regionales, los que quieren a Santa Cruz y que aparecen ahora, pudieran articular sus comentarios en una plataforma de pensamiento alternativo que aporte a mejorar lo que hasta ahora hay, que seguro tiene cosas que revisar y cambiar para bien de la sociedad cruceña.
Lo cierto es que el 11 de febrero habrá un nuevo directorio en el Comité pro Santa Cruz y el 2025, cuando acabe esta gestión, habrá nuevas elecciones y casi seguro, serán otros los nombres que aparezcan y de los satélites que aparecieron ahora para esta elección nadie se acordará.
!Larga vida institucional al Comité pro Santa Cruz!
Por: Daniel Castro, periodista
Fuente: Eju.tv