Bolivia tiene la voluntad de cerrar las heridas del pasado a través de una negociación significativa con Chile, sobre las condiciones del enclaustramiento marítimo, con mayor énfasis en la actualidad, porque sin integración, sin pactos y convenios de recíproco interés, ambos países continuarán a la deriva y a voluntad de las potencias hegemónicas interesadas únicamente en sus materias primas, afirmó el presidente Luis Arce
La Paz, 22 de marzo de 2024.- Bolivia planteó este viernes seis desafíos para zanjar y dejar atrás las heridas causadas por el conflicto marítimo con Chile y encarar un nuevo acercamiento bilateral con el país vecino, así lo señaló el presidente Luis Arce Catacora.
“En esta fecha tan significativa, hago referencia a seis desafíos que se nos presentan a ambos países, para dejar atrás las heridas del pasado y encarar un nuevo tiempo de acercamiento bilateral, beneficioso para nuestros pueblos y toda la región”, indicó durante su discurso en conmemoración al 145 aniversario de la heroica Defensa de Calama.
El primer desafío planteado llama a un diálogo sobre la condición de Bolivia como país sin litoral, poniendo en práctica lo señalado por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, en el párrafo 176 del fallo del 1 de octubre de 2018, respecto a continuar con el diálogo sobre la situación de enclaustramiento de Bolivia.
“Estamos seguros que con la voluntad política de nuestros gobiernos podemos entrar en negociaciones significativas, para encontrar soluciones trascendentales que marquen positivamente el desarrollo de nuestra relación bilateral”, indicó el Primer Mandatario boliviano.
Asimismo, dijo que un segundo desafío es aprovechar al máximo todas las potencialidades que ofrece el Oleoducto Sica Sica – Arica, cuya construcción fue acordada con Chile en 1957, en el marco del artículo 6 del Tratado de 1904, e instrumentos conexos, por los cuales el país vecino reconoce a favor de Bolivia “el más amplio y libre derecho de tránsito comercial”.
“En función de lo mencionado, deseo destacar la reciente importación de 1,6 millones de barriles de petróleo por primera vez en la historia de nuestro país a través de la descarga de un buque en la terminal marítima que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) administra en Arica. Se tiene prevista la llegada a esta terminal de ocho buques programados en el trascurso del presente año, lo cual generará un ahorro considerable para nuestro país”, destacó.
El tercer desafío planteado por el presidente Arce a Chile es la habilitación del Puerto de Iquique, debido a que los puertos de Arica y Antofagasta, que fueron habilitados para el comercio boliviano en el Tratado de 1904, a la fecha no abastecen las necesidades comerciales de Bolivia, por lo que se pide la habilitación de ese puerto para el comercio exterior, que garantice la presencia boliviana dentro de las instalaciones portuarias y garantizando el libre tránsito.
“El puerto de Iquique podría desempeñar un papel importante en la llamada ‘ruta del litio’, con grandes posibilidades de beneficio para los dos países. Tenemos también el desafío de mejorar y mantener en condiciones óptimas la carretera Oruro – Iquique, a fin de que dicho puerto satisfaga eficazmente las necesidades comerciales de Bolivia”, comprometió.
Arce dijo que el cuarto desafío es mejorar las condiciones del libre tránsito de Bolivia al mar, para alcanzar una óptima implementación del régimen de libre tránsito reconocido en el Tratado de 1904 y otros instrumentos conexos.
Recordó que recientemente se acordó con las autoridades chilenas la ampliación del horario de atención en los pasos fronterizos de Pisiga y Tambo Quemado, los cuales comenzarán a operar desde mayo próximo de manera ininterrumpida las 24 horas del día y los siete días de la semana, efectivizándose así el régimen de libre tránsito de manera más beneficiosa para Bolivia y el comercio exterior.
El quinto desafío planteado por el presidente Arce es la preservación y gestión sustentable de los recursos hídricos compartidos.
“Es necesario que Bolivia y Chile trabajemos en la conservación de los recursos hídricos compartidos a lo largo de nuestra frontera común. El diálogo y la cooperación abren la puerta para que ambos países iniciemos una agenda de trabajo conjunta”, señaló.
Recordó que el Estado Plurinacional de Bolivia es respetuoso del Derecho Internacional y promueve la gestión sustentable y preservación de los recursos hídricos, por lo que, bajo ese enfoque, el gobierno se encuentra trabajando en la restauración de los bofedales del Silala.
Como último desafío, el Primer Mandatario llamó a contribuir en un diálogo sincero y con voluntad política para resolver los puntos señalados.
“Sería el aporte de Bolivia y Chile para resolver la agenda pendiente de América Latina y el Caribe desde el siglo XIX, el acceso soberano del Estado Plurinacional de Bolivia a las costas del Pacífico, la efectiva independencia de Puerto Rico, la devolución de la base de Guantánamo a Cuba y el retorno de las Malvinas a Argentina”, sostuvo.
Arce dijo que, para alcanzar esos desafíos, el Estado Plurinacional de Bolivia propone abrir los caminos de encuentro con Chile, en el marco de la diplomacia de los pueblos, debido a que son países vecinos que a lo largo de los años fueron formando lazos de amistad, complementariedad, reciprocidad y solidaridad.
“Los gobiernos no podemos ir en una dirección opuesta y daremos la importancia que corresponde al intercambio y convivencia armónica entre los pueblos de ambos países, fortaleciendo los lazos de hermandad que nos unen por encima de aquello que nos divide”, manifestó.
Dijo que Bolivia tiene la voluntad de cerrar las heridas del pasado a través de una negociación significativa con Chile, sobre las condiciones del enclaustramiento marítimo, con mayor énfasis en la actualidad, porque sin integración, sin unidad, sin pactos y convenios de recíproco interés, ambos países continuarán a la deriva y a voluntad de las potencias hegemónicas interesadas únicamente en sus materias primas.
Asimismo, reafirmó el firme propósito de Bolivia de retornar al océano Pacífico, con respeto al Derecho Internacional y renovó el compromiso del país con el diálogo y el entendimiento con todos los pueblos del continente y del mundo.