El material audiovisual traza la ruta de impunidad de los dos sacerdotes de Barcelona a Bolivia, descubre nuevas víctimas, y recoge la indignación de todas ellas al saber que continuaron atacando a niños y niñas a uno y otro lado del Atlántico.
Un documental basado en un trabajo de investigación de ocho años sobre la pederastia clerical de dos jesuitas, se presentará el lunes en Barcelona, España. El trabajo audiovisual, denominado “La Fuga”, relata la impunidad de abusos sexuales perpetrados por sacerdotes jesuitas.
El material audiovisual es coproducido por El Periódico, medio de comunicación del grupo Prensa Ibérica, 3Cat y Ottokar, trabajado por el periodista de este diario Guillem Sánchez, que dedicó ocho años a investigar los abusos sexuales a menores de edad en colegios religiosos.
«La fuga» traza la ruta de impunidad de los dos sacerdotes de Barcelona a Bolivia, descubre nuevas víctimas, y recoge la indignación de todas ellas al saber que continuaron atacando a niños y niñas “a uno y otro lado del Atlántico”.
El documental se estrenará el 6 de mayo en el marco del festival Docs Barcelona y el 18 de junio en ‘Nits Sense Ficció’ de 3Cat.
¿Por qué Lluís Tó y Francesc Peris, acusados de abusos a menores en los colegios de los jesuitas en Barcelona, fueron a parar a Bolivia cuando se les descubrió? ¿Por qué la Compañía de Jesús permitió que siguieran atacando nuevas víctimas a su nuevo destino? «La fuga» descubre el rastro depredador de los dos abusadores entre la capital catalana y Bolivia.
En 1992, una sentencia pionera condenaba a dos años de cárcel al jesuita Lluís Tó por abusos a una alumna de ocho años de edad del colegio “Sant Ignasi” de Barcelona. Poco después, los jesuitas enviaban a Tó hacia Bolivia, donde trabajó en varias parroquias de El Alto. Solo unos años antes había aterrizado también Francesc Peris, del colegio de los jesuitas de Casp, donde ya se habían recibido quejas.
DENUNCIAS
Ambos acumulan ahora denuncias de exalumnos que han decidido hacer públicos los abusos y reclamar una reparación. Tó ya ha muerto y Peris envejece en una residencia. En el documental, la Compañía de Jesús pide perdón y niega que haya ningún patrón para encubrir a los pederastas.
El trabajo fue elaborado bajo la dirección de Josep Morell Feixas, Guillén Sánchez Marín y Marc M. Sarrado.