La intervención forzada de precios en el Trópico provoca alerta sobre el deterioro de condiciones económicas y el uso de mecanismos de presión que rozan lo ilegal.
Una comisión vecinal en Lauca Ñ, en el Trópico de Cochabamba, impuso un control de precios a puestos de comida callejera. En videos que circularon por medios y redes sociales se observa a los dirigentes armados con palos que ordenan, sin espacio para el diálogo, que se vendan platos de comida a precios fijos y argumentan supuestos cobros excesivos por parte de algunos comerciantes.
“Desde ahora vas a vender a 10 bolivianos el plato de pollo, (…) el caldo de pollo vas a vender a 10 bolivianos”, impone uno de los encargados mientras una vendedora intenta cuestionar la medida.
Sin permitir una explicación, el mismo dirigente continúa con la imposición de precios: “Si es pescado, pequeña precita a 15 y más grande a 20, picante de pollo a 12 bolivianos, pollo a la parrilla 13 bolivianos, chicharrón de pollo a 10 bolivianos. Toda la comida es a ese precio”.
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La comisión, que se desplazó puesto por puesto con una lista en mano, advirtió que si se recibe alguna denuncia por sobreprecio, tomarán acciones inmediatas. “Desde abajo estamos avisando (los precios) así (…) vamos a saber de aquí a una hora va a haber denuncia y si estás vendiendo sobreprecio vamos a venir y vamos a hablar adentro”, advirtió uno de los dirigentes.
Este episodio se suma a una creciente preocupación por el aumento de precios de los alimentos básicos. La semana pasada, el kilo de pollo en mercados de Cochabamba oscilaba entre 22.50 a Bs 23.50.
En mercados de Santa Cruz y La Paz, el kilo de pollo ya supera los Bs 22, mientras que el litro de aceite llega hasta a Bs 35, casi el doble de su precio habitual hace meses. La intervención forzada de precios en el Trópico provoca alerta sobre el deterioro de condiciones económicas y el uso de mecanismos de presión que rozan lo ilegal.