Cuatro figuras que se desprenden del MAS – Andrónico Rodríguez, Wilma Alanoca, Eva Copa y Eduardo del Castillo- se vieron envueltas en incidentes de violencia política que evidencian la debacle del sector popular.
Personal policial investiga la explosión en Entre Ríos. Foto: Unitel
Eva Copa, Andrónico Rodríguez, Wilma Alanoca y Eduardo del Castillo sufrieron una jornada de hostilidad política que expuso la fractura y el desgaste del bloque popular en el país. Entre silbidos, insultos y denuncias de agresión, el oficialismo y sus vertientes enfrentaron un escenario adverso en los centros de votación en diferentes ciudades, lo que muestra el difícil momento que se cierne sobre esta línea ideológica que hasta hace poco tuvo la hegemonía política en el país.
La unidad del progresismo boliviano que nunca pudo construirse llevó a un profundo quiebre en la práctica. En una sola jornada, cuatro de sus principales referentes vivieron episodios de rechazo que evidencian la debilidad de su influencia en el electorado y la crisis interna de la izquierda que se desprende del Movimiento al Socialismo (MAS). La gente exteriorizó su malestar con candidatos y autoridades que son parte de esa corriente política.
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La campaña electoral se convirtió en una jornada de hostigamiento; en El Trópico de Cochabamba, Santa Cruz y El Alto, la gente expresó su molestia con abucheos y pedradas, incluso hubo hasta explosiones en domicilios.
Andrónico Rodríguez fue blanco de agresiones físicas, fue apedreado y abucheado tras emitir su voto en Entre Ríos, Trópico de Cochabamba, pese a que hasta hace unos meses era el presidente de la Federación cocalera Mamoré Bulo Bulo, que tiene asiento en esa región y es parte de las seis federaciones del Trópico. Pese a la tensión, el candidato buscó mantener un discurso conciliador: “fue un momento difícil, pero cada voto es una voz y una esperanza para el futuro de nuestra patria. Confiamos en que el pueblo se expresará en paz”.
Wilma Alanoca, concejal y excandidata por el extinto Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan-Bol) sufrió también el abucheo de la gente cuando llegó a su recinto electoral a depositar su voto. La alcaldesa de El Alto, Eva Copa Murga, tampoco la pasó muy bien, porque los silbidos y arengas en contra de su gestión fueron la constante en esta jornada electoral.
En la mañana el candidato a la presidencia por el MAS, Eduardo del Castillo, fue abucheado por algunas personas tras que emitió su voto en la unidad educativa Caritas en Santa Cruz; incluso, algunos ciudadanos lo amenazaron con una detención en Palmasola. Los ciudadanos lo insultaban y reclamaban que como ministro de gobierno detuvo al gobernador Luis Fernando Camacho y que no tendrá el voto de los cruceños.
La jornada electoral dejó evidencia palpable del clima adverso que enfrentan figuras del bloque progresista: desde ataques físicos y verbales en espacios públicos hasta supuestas agresiones con artefactos explosivos. En la mañana reportaron una explosión de un artefacto cerca del recinto electoral donde el candidato presidencial por Alianza Popular, Andrónico Rodríguez iba a emitir su voto. La viceministra de Seguridad Ciudadana, Carola Arraya, confirmó la información