Arce causa una situación política y social insostenible que pone en riesgo los comicios y la estabilidad de Bolivia, dice Mesa


El expresidente remitió una carta lapidaria para con la gestión del actual mandatario y del expresidente Evo Morales, fue reiterativo en señalar que los gobiernos del MAS son los únicos responsables de la grave crisis económica.

Foto: El Deber



Fuente: eju.tv

“Señor presidente, le quedan cinco meses de gobierno hasta el día de la primera vuelta electoral y casi ocho hasta la transmisión del mando. Tal como ha manejado hasta ahora la economía, estamos ante el riesgo de afrontar una situación política y social insostenible, que puede poner en cuestión la elección y la estabilidad del país”, le escribió el expresidente Carlos Mesa al actual mandatario, Luis Arce, responsabilizándolo de que Bolivia está viviendo la más dramática crisis económica desde el tiempo de la UDP, y está llevando al país “al abismo” e incalculables consecuencias.

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“Mañana no asistiré al diálogo”, escribió Mesa en sus cuentas de redes sociales en referencia al “Encuentro por la estabilidad y la democracia de nuestro país rumbo a las elecciones generales de agosto de 2025” convocado por el presidente Arce. Dijo que no lo hará porque es un ámbito donde “poco o nada se puede aportar”, pero también recordó que las propuestas que hizo antes fueron sistemáticamente rechazadas por el gobierno.

El resto de la carta al presidente, deja en claro que los únicos responsables de la crisis económica que vive hoy Bolivia son el actual presidente Arce y el expresidente Evo Morales, “del que Usted fue Ministro de Economía y Finanzas Públicas”.

Mesa le plantea a Arce que atienda y resuelva tres temas críticos de la crisis, pero a medida que los desarrolla no deja de mencionar la responsabilidad que Arce tuvo en generarlos.

Primero refiere que el problema mayor es la falta de dólares. El año 2015 el país tenía 15.000 millones de dólares de reservas en el Banco Central. En diciembre de 2019 (tras la renuncia de Morales) esas reservas eran de solo 6.468 millones, “lo que quiere decir que el expresidente y Usted como su Ministro gastaron más de 8.500 millones de dólares en menos de cuatro años”, lo acusó.

“En diciembre de 2020, al llegar Usted al gobierno, el Banco Central de Bolivia, contaba todavía con 5.276 millones de dólares. Hoy, las reservas de divisas son prácticamente CERO. Nunca en la historia un servidor público (en su caso, como Ministro de Economía y luego como Presidente) gastó la increíble suma de 14.000 millones de dólares, cuyo resultado es el más grave desequilibrio monetario que se recuerde”, complementa Mesa.

El expresidente no cesa de responsabilizar a Arce, de esta debacle porque tomó dos decisiones que, tanto como Ministro como Presidente: 1. El cambio fijo de 6,96 bolivianos por dólar, tras haber destruido el excelente y flexible mecanismo del bolsín, y 2. Subvención a los precios de la gasolina y el diésel más allá de las posibilidades de sostener la medida.

El segundo problema a resolver es el desabastecimiento crónico de hidrocarburos, que a pesar de haber desangrado al Tesoro del Estado con una erogación anual que supera los 2.000 millones de dólares, mientras las exportaciones de gas, que está llegando a su agotamiento total “por la pésima administración de YPFB, apenas alcanzaron a 1.600 millones de dólares”.

El tercer problema, es la creciente inflación, ya que ante la total ausencia de dólares se ha producido una devaluación de hecho, que hoy duplica el tipo de cambio oficial, especialmente en el alza sin freno de productos de la canasta familiar y medicamentos.

Mesa también le reprocha a Arce que sabe perfectamente que la solución a esta grave situación “no pasa por los créditos internacionales pendientes de aprobación. Entre 2021 y 2024 la Asamblea Legislativa ha aprobado 44 créditos por 5.267 millones de dólares ¿sirvieron de algo para resolver los problemas que nos ocupan?”, cuestionó.

Finalmente, Mesa sindica al gobierno de Arce por los altos niveles de corrupción en su administración y el desmesurado gasto público, “mientras no ajuste ambos no logrará nada”, le dice.

“Podría empezar, por reducir -dada la emergencia- la ejecución de la hoy estéril inversión pública; tomar una decisión inmediata sobre la subvención de hidrocarburos y encontrar mecanismos financieros multilaterales que le permitan una provisión de divisas para salvar al Estado y a la sociedad en su conjunto del “corralito” de dólares que nos está llevando al abismo. Es importante también que anule su decisión de aplicar medidas como la prohibición de exportaciones y el racionamiento de entrega de carburantes para los agroproductores de Santa Cruz y Beni”, concluye.


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