Anamar: “hay ratos que veo mi pozo muy profundo y no veo la luz al final del camino”


Lamentó el no poder estar en condiciones de retornar a la presidencia del Senado. “Estoy jodida y fregada con unos tubos en la barriga que me duelen»…

image



La Paz, 27 Jul (Erbol).- La presidenta del Senado, Ana María Romero de Campero, confirmó este martes que su problema de salud es muy complicado, por una enfermedad intestinal que la obligó a pedir licencia de la Asamblea Legislativa Plurinacional hace más de seis meses y anunció que será sometida a una nueva intervención quirúrgica en los siguientes días para que se le puedan extraer los cuatro metros de “tubos” que tiene en el estómago.

Hay días que estoy mejor de ánimo pero es muy diferente a estar mejor de salud, mi salud esta complicada (…) hay ratos que veo mi pozo muy profundo y no veo la luz al final del camino”, sentenció la senadora en una entrevista telefónica concedida a la Red Erbol.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

Anamar, como se conoce en el ámbito periodístico del que es parte desde hace muchos años, pidió licencia de la Asamblea Legislativa Plurinacional el 2 de febrero de este año debido a una operación gastroentereológica que experimentó dos días antes por una obstrucción en el intestino delgado, según informó, en su momento, el médico que realizó la operación Carlos Aguilar Peñarrieta.

“Estoy jodida y fregada con unos tubos en la barriga que me duelen y que me los quieren sacar para lo cual me van a operar nuevamente, para lo cual estoy en un tratamiento nutricional, pero para qué, para llegar a la sala de operaciones”, expresó preocupada al agradecer la solidaridad de muchas personas, que a lo largo del tratamiento le expresaron palabras de aliento por una pronta recuperación.

Romero precisó que su situación se complicó más allá de lo previsto, porque los tubos tenían que haber sido extraídos de su cuerpo con unos drenajes a los tres meses de operada, pero ya lleva seis meses y es necesaria una nueva intervención quirúrgica para desalojarlos de su vientre.

Admitió que anteriormente no quiso hablar con la prensa porque consideraba que su situación era muy privada. Expresó que con el paso de los días se agota más al no poder librarse de la molestia que le provocan en el estómago los cuatro metros de tubos sujetos a sus intestinos.

“Hay días que también digo en dos semanas voy a ir así sea un ratito al Congreso, pero no puedo porque no estoy ni caminando, estoy medio encorvada para que no me duela por esos tubos que me salen por la mera guata (estómago), mi dolor es constante”, detalló al desmentir categóricamente aquellas afirmaciones de sus colegas, a quienes justificó por el afán de generar una actitud positiva el señalar que pronto estaría legislando.

Lamentó el no poder estar en condiciones de retornar a su cargo y el dolor que le representa, a su juicio, haber decepcionado a tanta gente que la votó. “Como me duele no haber participado en el debate y aprobación de las leyes”, exclamó.