Quito acogerá hoy una reunión extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para buscar una solución a la crisis entre Colombia y Venezuela con motivo de la ruptura de relaciones decretada por Hugo Chávez hace una semana.
Para la cita de Unasur, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, ha hecho una propuesta de paz en la que pide a Bogotá que rectifique su postura. Su homólogo colombiano, Jaime Bermúdez, ha rechazado la oferta.
A pesar del enfrentamiento, la reunión de Unasur es una prueba de fuego para su estreno como organismo político-regional, cuyo titular es el ex presidente argentino Néstor Kirchner, aliado de Chávez.
El pasado 22 de julio, el presidente venezolano decidió romper lazos diplomáticos con Colombia porque esta presentó ante la Organización de Estados Americanos (OEA) evidencias sobre la presencia de la guerrilla colombiana en territorio venezolano. Al parecer, los mapas y coordenadas de 87 campamentos, fotos, vídeos y testimonios de ex guerrilleros aportados por Bogotá han irritado a Chávez, quien denunció un presunto complot junto con EE.UU. para atacar militarmente a su país por la frontera terrestre y asesinarlo.
Al rechazar la propuesta de paz que Venezuela llevará a la OEA, Bermúdez afirmó que «el verdadero plan de paz pasa por la no intervención en los asuntos internos de un país», y añadió que lo deseable en la lucha contra el terrorismo es que «no exista ningún lugar en el mundo, ni físico ni político, donde las FARC o ningún grupo criminal puedan ocultarse».
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Plan de rendición
Tras manifestar también su rechazo al plan de paz de Venezuela, el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, propuso ayer a Hugo Chávez iniciar un proceso de desmovilización de los guerrilleros asentados en su territorio en el que dejen las armas y se entreguen a las autoridades para ser enjuiciados, y aliviar las tensiones entre ambos países.
Al ser preguntado sobre si Colombia hará, como le ha pedido Chávez, una rectificación sobre la denuncia de presencia de las FARC en la vecina Venezuela, Bermúdez declaró: «De ninguna manera», pues las pruebas mostradas ante la OEA no son un invento, argumentó.
Por otro lado, en relación a la posibilidad de que se produzca una agresión directa entre Colombia y Venezuela, Bermúdez aseguró que a su país «no se le pasa por la cabeza una confrontación o una agresión a un país hermano». El canciller colombiano indicó que los únicos enemigos de Colombia son «el narcotráfico y el terrorismo, y con cualquier país hermano, los mayores deseos de amistad y de buena relación».
Reiteró que por las informaciones que tiene Colombia, los guerrilleros de las FARC siguen en Venezuela, aunque ya se han movido, pero señaló que cualquiera puede ir y comprobar esa presencia, porque si bien es cierto que ya no están en los lugares señalados, hay rastros que lo demuestran. Hace una semana, Caracas rompió relaciones diplomáticas con Colombia después de que Bogotá denunciara públicamente la presencia de las FARC en suelo venezolano.
ABC – Madrid